sábado, 25 de octubre de 2008

La Guerra de Gigantes

Base Bíblica: 1 Samuel 17

Quizá hayas escuchado la historia de David y Goliat. Bueno, un día, mientras le contaba la historia del pequeño David y el Gigante Goliat a los niños de la Escuela Dominical, uno de ellos me replicó diciendo: “entonces Goliat era un enano”.

Muchas veces en la vida nos enfrentamos a grandes gigantes: los problemas económicos, conflictos familiares, la pérdida del empleo, e incluso un jefe con mal carácter, lo mismo ocurría hace miles de años con el pueblo de Israel. Esta es una muestra de ello.

Los israelitas y los filisteos eran pueblos enemigos, luchaban por el territorio y tenían diferencias religiosas abismantes. En una de estas batallas los filisteos presentan una de sus armas letales: El gigante Goliat. Este gigante atemorizaba a los israelitas, se burlaba de ellos y los hacía retroceder con sus amenazas. Un pequeño jovencito llamado David fue capaz de enfrentarlo y de derrotarlo incluso con tan sólo una pequeña piedra. La pregunta que me hago en esta ocasión es cuántos gigantes había en esta historia, y encontré a tres gigantes que les detallo ahora.


1. El Gigante de los filisteos: El gigante de los filisteos era Goliat. Pero en realidad el gigante de los filisteos era su arrogancia, su orgullo, la soberbia con la que disfrazaba su debilidad. Se creía fuerte aunque sabían que sin Goliat quizá la batalla estaba perdida. En muchos momentos de nuestra vida nosotros también disfrazamos nuestras debilidades con soberbia, con orgullo, con altanería, y tratamos de hacerle creer al resto que nada nos destruye, cuando quizá nos estamos desmoronando por dentro. Con este gigante solamente provocamos que el fracaso sea mayor

2. El Gigante de Israel: Los israelitas también tenían a un gigante entre ellos quizá mas temible que Goliat: su propio miedo. El terror de los israelitas se basaba en la poca confianza que tenían en sí mismos, retrocedían ante cualquier amenaza por muy pequeña que fuese de Goliat, ¡cuando hace un poco de tiempo habían destruido una ciudad con solo un grito!. Así también nosotros caemos frente a las dificultades de la vida y no por causa de las dificultades, sino por causa de nuestro poco valor para enfrentarlas. Es mucho más fácil retroceder que encarar el conflicto, pero en vez de solucionarlo, prolongamos la agonía y el sufrimiento por causa de no tener la fortaleza de decir “si me la puedo”.

3. El Gigante de David: David escogió bien, a simple vista no tenía por donde ganarle al gigante. Goliat tenía armadura pesada, espada, lanza, escudo, y una fuerza envidiable; por otro lado David era un cabro chico, sin armadura, y sólo se defendía con un palo, una honda y unas piedras. Sin embargo él tenía FE en Dios, confiaba en que si Dios le había librado del león y de otros animales cuando cuidaba a las ovejas, con mayor razón le iba a ayudar para vencer a Goliat y salvar a su pueblo de la destrucción.

¿Cuál es tu Gigante?

· Si es el mismo que tenían los filisteos, te invito a que puedas tomar la vida con humildad, que te des cuenta que muchas veces tus fuerzas no son suficientes, y empieza a confiar en aquel que tiene todas las fuerzas del mundo: DIOS
· Si es el que tenían los israelitas, es tiempo que te des cuenta que no estas sólo, sino que Dios está contigo, Él no dejará que nada te dañe, es más, el nunca te dará más de lo que puedas soportar, así que es tiempo de confiar en Él.
· Si tu gigante es el mismo de David, déjame decirte que estás en buen camino, sigue teniendo fe en Dios y enfrenta tus problemas sabiendo que todo poder viene de Dios.

Richard Pizarro

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