viernes, 31 de octubre de 2008

El 11° Mandamiento por Ulises Oyarzun.

El 11°Mandamiento

Atención.De servicio de utilidad pública: Estamos en búsqueda de un 11° Mandamiento, ya que en nuestras iglesias abundan tradiciones que son de índole cultural, pero las respetamos dándole carácter de sagrado y Bíblico, necesitamos con urgencia promulgar la introducción de una de ellas al Top ten de los Mandamientos de Dios.¡Aquí les van los Posibles Mandamientos Nominados!


1.- No entraréis al santuario sin corbata, todo aquel que no use corbata sea dado por anatema. Pues la escritura dice, por sus Corbatas los conoceréis.

2.-No permitirás que la mujer use pantalón, si es así, sea tomada de la congregación y expulsada del campamento santo por andar toda “pantalonuda”.

3.-La mujer no se depilará ni se maquillará, pues eso es vanidad, aunque tenga más bigote que don Ramón, así se quedará.

4.-Respetarás al pastor, cueste lo que cueste, aunque sea un mujeriego, mentiroso, tenga un escandaloso amor por el dinero, no sepa nada de la Biblia y use la iglesia para sus fines egoístas. Él es el Ungido de Jehová.

5.-No beberás alcohol, ni fumarás, porque eso es del MUNDO y contamina tu cuerpo, pero sí está permitido comer como sabañón y maltratar tus arterias y terminar siendo lleno de la Grasa y no de la Gracia.

6.-No escucharás ninguna música con ritmo mundano, ya sea salsa, tecno, Hardcore, Gótico, ni reggaeton, pero sí podrás escuchar música con ritmo ranchera porque ese ritmo es de Dios. Hiiiiijole mano!!!!!!!

7.-No dejarás que nadie profane el Templo de Dios con lenguaje o elemento alguno que evoque al Mundo, es más, si algún hereje predica con un tono humorístico, Lo raerás de sobre la tierra, ya que el púlpito es el lugar “Santísimo”. Pero en tu casa podrás ver Quique Morandé, la rupertina, ver el festival de Viña con los humoristas que salen y las telenovelas llenas de historias de engaños amorosos y mentiras y toda aquella porquería.

8.- Si una pareja de novios tiene un embarazo no deseado, los rajaréis del pueblo santo, sin que primero sean repudiados en una asamblea pública. Después les prohibiréis toda clase de participación en la iglesia por un tiempo indeterminado. Pero no tocaréis a la vieja bruja , perdón, a la "distinguida" hermanita chismosa, ni la mentirosa que inventa historias de hermanos de la iglesia o la que se aprovecha de las reuniones de intercesión, para introducir un chisme empaquetado de "Motivo de oración" y así dividir la iglesia por debajo.

Hermano o hermana que está leyendo este artículo, quizás se está preguntando qué es esto…pues bien, esto está escrito en un lenguaje humorístico, toda relación con la realidad, no es casualidad, sino absolutamente premeditado

Si te gusto, visita el blog de Ulises Oyarzun: www.ulisesoyarzun.blogspot.com

sábado, 25 de octubre de 2008

La Guerra de Gigantes

Base Bíblica: 1 Samuel 17

Quizá hayas escuchado la historia de David y Goliat. Bueno, un día, mientras le contaba la historia del pequeño David y el Gigante Goliat a los niños de la Escuela Dominical, uno de ellos me replicó diciendo: “entonces Goliat era un enano”.

Muchas veces en la vida nos enfrentamos a grandes gigantes: los problemas económicos, conflictos familiares, la pérdida del empleo, e incluso un jefe con mal carácter, lo mismo ocurría hace miles de años con el pueblo de Israel. Esta es una muestra de ello.

Los israelitas y los filisteos eran pueblos enemigos, luchaban por el territorio y tenían diferencias religiosas abismantes. En una de estas batallas los filisteos presentan una de sus armas letales: El gigante Goliat. Este gigante atemorizaba a los israelitas, se burlaba de ellos y los hacía retroceder con sus amenazas. Un pequeño jovencito llamado David fue capaz de enfrentarlo y de derrotarlo incluso con tan sólo una pequeña piedra. La pregunta que me hago en esta ocasión es cuántos gigantes había en esta historia, y encontré a tres gigantes que les detallo ahora.


1. El Gigante de los filisteos: El gigante de los filisteos era Goliat. Pero en realidad el gigante de los filisteos era su arrogancia, su orgullo, la soberbia con la que disfrazaba su debilidad. Se creía fuerte aunque sabían que sin Goliat quizá la batalla estaba perdida. En muchos momentos de nuestra vida nosotros también disfrazamos nuestras debilidades con soberbia, con orgullo, con altanería, y tratamos de hacerle creer al resto que nada nos destruye, cuando quizá nos estamos desmoronando por dentro. Con este gigante solamente provocamos que el fracaso sea mayor

2. El Gigante de Israel: Los israelitas también tenían a un gigante entre ellos quizá mas temible que Goliat: su propio miedo. El terror de los israelitas se basaba en la poca confianza que tenían en sí mismos, retrocedían ante cualquier amenaza por muy pequeña que fuese de Goliat, ¡cuando hace un poco de tiempo habían destruido una ciudad con solo un grito!. Así también nosotros caemos frente a las dificultades de la vida y no por causa de las dificultades, sino por causa de nuestro poco valor para enfrentarlas. Es mucho más fácil retroceder que encarar el conflicto, pero en vez de solucionarlo, prolongamos la agonía y el sufrimiento por causa de no tener la fortaleza de decir “si me la puedo”.

3. El Gigante de David: David escogió bien, a simple vista no tenía por donde ganarle al gigante. Goliat tenía armadura pesada, espada, lanza, escudo, y una fuerza envidiable; por otro lado David era un cabro chico, sin armadura, y sólo se defendía con un palo, una honda y unas piedras. Sin embargo él tenía FE en Dios, confiaba en que si Dios le había librado del león y de otros animales cuando cuidaba a las ovejas, con mayor razón le iba a ayudar para vencer a Goliat y salvar a su pueblo de la destrucción.

¿Cuál es tu Gigante?

· Si es el mismo que tenían los filisteos, te invito a que puedas tomar la vida con humildad, que te des cuenta que muchas veces tus fuerzas no son suficientes, y empieza a confiar en aquel que tiene todas las fuerzas del mundo: DIOS
· Si es el que tenían los israelitas, es tiempo que te des cuenta que no estas sólo, sino que Dios está contigo, Él no dejará que nada te dañe, es más, el nunca te dará más de lo que puedas soportar, así que es tiempo de confiar en Él.
· Si tu gigante es el mismo de David, déjame decirte que estás en buen camino, sigue teniendo fe en Dios y enfrenta tus problemas sabiendo que todo poder viene de Dios.

Richard Pizarro